El circulo, sin principio ni fin, origen ni limites; constituye la imagen principal de la décima carta del Tarot; una rueda que se encuentra girando sobre su eje. También se le suele representar con dos extraños seres que ascienden y descienden de ella; un tercero, con enormes alas y espada en mano, observa desde la parte superior de la rueda como vigilando que todo siga su curso de forma evolutiva; siempre en movimiento, mostrando que lo que está arriba estará abajo y lo que está a la derecha se mueve hacia la izquierda, en un desplazamiento tan silencioso como la vida, así es la rueda de la fortuna.
Esta es la carta que sigue al ‘Ermitaño’ y simboliza la energía de movimiento constante en la vida en fascinante actividad, con implacable fuerza, enseñándonos que todo tiene su tiempo y su lugar fuera de cualquier posible control humano. Así es como la rueda implica ese girar constante, que con cada vuelta marca un ciclo, una secuencia de eventos determinados por sus propias circunstancias temporales.
Es el mismo circulo que da origen a la semilla de la vida, símbolo de la la fertilidad y el origen de la creación. Principio fundamental de la flor de la vida que representa el flujo energético que mueve todas las cosas en el universo.
A esta carta le corresponde el número 10 como los Sephiroth de la Cabala o los diez puntos del Árbol cabalístico de la vida donde se manifiesta el poder divino; o los diez Avatares de Vishnú. Las encarnaciones más famosas de este dios entre las que se encuentran Krisna y Buda. Y es que el diez es considerado como el salto a la unidad de la siguiente dimensión o del siguiente nivel.
Cuando la Rueda de la Fortuna te visita en una lectura, suele manifestar evolución, éxito, buena fortuna, destino y abundancia; a menos que el consultante se encuentre perdido en su propio nudo del tiempo. En cuyo caso, le mostrara que nada se detiene y todo fluye hasta encontrar su propio equilibrio.
La carta en sí misma, invita al renacimiento de las ideas que mueven nuestra existencia, a la regeneración de la sustancia que las mueve en ese fluir constante y misterioso entre las fuerzas del amor, el conocimiento, el poder y la ignorancia.
El circulo, como emblema de la eternidad, representa la perfección y es el arquetipo del alma humana.
Luna Godel
13.11.2021 
+523311350606 QUIERO UNA LECTURA DE TAROT
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