Este 20 de abril, se unen a los 21 grados del signo de Tauro, dos planetas que, debido a su poder, mueven y cambian profundamente la energía del signo y juntos generan una fuerza tan intensa que mueve el mundo durante 14 años, me refiero a la conjunción entre Júpiter y Urano.
A Júpiter como planeta le toma doce años recorrer el ciclo del zodiaco permaneciendo un año aproximadamente en cada signo, su paso se relaciona con el crecimiento, el desarrollo y la expansión; durante su visita a cada uno de los signos del zodiaco. Es el planeta de la fortuna, abre puertas a su paso, sin embargo, es necesario desarrollar los sentidos para que su efecto permanezca y estas puertas no se cierren después de su tránsito.
Urano es uno de los planetas que en astrología llamamos transpersonales porque su influencia traspasa lo individual, extendiéndose a lo colectivo; tarda 84 años en recorrer la órbita alrededor del sol, permaneciendo 7 transformadores años en cada signo. Es un planeta espiritual y en la mitología se le relaciona con lo original y lo diferente; tal como el rol que le toca representar en su propia historia que comienza con el caos de donde nace Gaia, la madre tierra, quien concibe a Urano por si misma; dándosele a esta deidad a gobernar los cielos estrellados y el vasto espacio iluminado.
La conjunción de Júpiter con Urano en Tauro es el gran evento que viviremos este año, transforma a la humanidad, sucede cada 14 años y modifica significativamente nuestros destinos; este aspecto en un signo de tierra modifica los valores utilitarios devolviéndoles el significado con una mirada menos egoísta y sustentable y humanitaria. El signo del Toro simboliza la tierra, la moneda y todo aquello que nos alimenta y nos da seguridad para la supervivencia, por ello los valores cambian, deja de ser importante tener y coleccionar; la perspectiva de la humanidad tiene un cambio radical.
Urano abre la puerta al inconsciente colectivo ya que genera una consciencia social que transforma al individuo en donde se encontraba bloqueado o estancado; lo hace original y libre, impulsándonos a arriesgarnos y a experimentar en eventos inesperados, junto a júpiter, esos cambios pueden ser extremos e inusuales, en el clima y el campo viviremos las consecuencias de lo que hemos hecho con nuestro planeta en los últimos años, el daño a la atmosfera causa del inevitable cambio climático, o el impacto medio ambiental; los métodos que utilizamos para producir alimentos, tratando a la tierra como si los recursos fueran inagotables y comportándonos como si fuéramos la única especie con derecho a la vida.
Tauro, un signo de tierra que da especial importancia al bienestar materializado, es el lugar en donde se concreta lo planeado en Aries ya que es mucho menos impulsivo y se concentran los temas en el trabajo de forma fría y metódica, vemos que poco a poco se espera la materialización de resultados, por eso en la naturaleza le corresponde el momento en donde las plantas después de brotar afirman las raíces; es el arraigo, la búsqueda de estabilidad y permanencia mediante la constancia, la practicidad y el aseguramiento de recursos materiales. Lo rige Venus y esta conexión de la tierra con un planeta que suele llenarnos de ilusiones nos hace interactuar con los placeres y la belleza; le da una magia que distingue y le caracteriza.
En este signo se exalta la Luna, el arquetipo de la madre, el universo del infante que se gesta en el vientre y se alimenta a través de la madre; una etapa que solía ser íntima y exclusiva de la humanidad, sin embargo, la influencia de Urano genera una potencia energética poderosa que afecta de manera sensible sobre la percepción de la mujer como madre, con la importación de óvulos que provienen de donaciones o de ventas, con el arriendo de vientres para gestar infantes, la fertilización in vitro y el desarrollo de fetos en úteros artificiales y técnicas de reproducción asistida, haciéndose experimentos cada vez más exitosos para sustituir el vientre materno por ambientes artificiales, la expansión de júpiter nos trae muchas sorpresas los años posteriores a su encuentro con Urano.
Júpiter en Tauro activa todos sus temas, la confianza, la firmeza y la productividad, tiende al cuidado e interacción con la naturaleza, pero al interactuar con Urano pueden acontecer desastres naturales de forma extrema, terremotos de alta escala o trombas inesperadas donde el clima suele ser tranquilo.
Otro aspecto relevante de esta conjunción dado el significado de Tauro como representante de los recursos materiales es la redefinición económica, cambiando la forma como entendemos el dinero, la moneda y los valores virtuales, lo que hacemos con él, los tipos de inversión, la evolución bancaria etc. Y por supuesto el incremento en el uso de los medios de intercambio electrónicos que se usan como moneda virtual. Como Urano es extraordinario e impredecible, también pueden darse los cambios hacia el otro lado de la balanza, obteniéndose mucha fortuna de forma inesperada.
La invitación en esta poderosa conjunción es a mirar que parte de tu carta natal se ve afectada por ella, teniendo claro en donde se darán estos cambios o hacia donde nos dirigiremos los próximos años. Estar atentos a la expansión de nuestras emociones y a la conexión que tenemos con la naturaleza como parte del proceso de esta nueva etapa de la aventura de la vida.
Luna Godel
18. 04. 2024
FRECUENCIA INVISIBLE 